¿Puede la educación ser la fuerza impulsora de un futuro sostenible? Con la crisis climática del planeta exigiendo acción urgente, el papel de la educación en la construcción de un futuro sostenible nunca ha sido más crucial. En la COP29, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hizo un llamado a una transformación radical de los sistemas educativos para garantizar que estén preparados para enfrentar los desafíos ambientales. Es necesario que la educación sea un catalizador de cambio real, empoderando a los estudiantes para que tomen acciones significativas en sus comunidades y más allá.Aunque la sostenibilidad a menudo se considera secundaria en muchos planes de estudio, International Schools Partnership (ISP), un grupo global de más de 100 colegios en 25 países, ya ha comenzado a responder a este desafío, integrando la sostenibilidad en el núcleo de sus colegios. A gran escala, su enfoque de Whole School Sustainability incorpora el pensamiento sostenible en todos los niveles: involucrando a estudiantes, docentes, directivos, padres y equipos operativos para trabajar en conjunto en la reducción del impacto ambiental y el impulso de la responsabilidad social a largo plazo.Un enfoque transformador en los colegiosEste enfoque transformador ya está dando resultados tangibles. Un programa piloto en diez colegios del grupo en Medio Oriente permitió que estudiantes y docentes trabajaran juntos para evaluar prácticas sostenibles, establecer metas de reducción de emisiones e implementar soluciones efectivas. En un solo trimestre académico, esta iniciativa logró una reducción absoluta de emisiones del 10.2% en la región en comparación con el año anterior. La intensidad de emisiones, medida como equivalentes de dióxido de carbono por ocupante, disminuyó un 17.8%, marcando un cambio significativo en la forma en que los colegios pueden reducir operativamente su huella ambiental.Notablemente, al participar en actividades como estas y ver resultados tangibles, un 30% más de estudiantes ahora cree que sus acciones pueden marcar una diferencia real en la lucha contra el cambio climático.Los colegios que demostraron mayor éxito compartieron un factor común: un alto nivel de entusiasmo y participación de estudiantes, docentes, equipos operativos y padres, reforzando la idea de que la sostenibilidad no puede lograrse de manera aislada, sino que debe ser un esfuerzo colectivo.El programa piloto en Medio Oriente es solo el comienzo. El grupo escolar ahora está ampliando su modelo a toda su red global, transformando los éxitos individuales en un movimiento a nivel de sistema. El principio subyacente es simple pero poderoso: la sostenibilidad no puede ser una acción aislada, confinada a una sola iniciativa o colegio. Cuando se escala a más de 100 colegios, incluso pequeñas intervenciones pueden generar un impacto profundo.En los colegios, los estudiantes lideran proyectos de sostenibilidad, desde auditorías de energía en colegios de Medio Oriente y Malasia hasta la creación y cuidado de huertos de vegetales y mariquitas en Fontenebro International School en Madrid, España. En respuesta a condiciones de sequía severa, colegios en Perú, Ecuador, Colombia y Chile, incluyendo el Colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén, han adoptado estrategias innovadoras de conservación de agua. Estas incluyen la instalación de válvulas de presión inversa para regular el flujo de agua con mayor eficiencia, reduciendo significativamente el consumo innecesario.Otras iniciativas incluyen proyectos de conservación marina en Star International School en Dubái, EAU, y THRIFTEE, un programa de reciclaje liderado por estudiantes en Kuala Lumpur que transforma ropa donada en scrunchies, bolsas y más. Las lecciones “Make Do and Mend” de THRIFTEE están completamente integradas en el plan de estudios y se han convertido en un Mes Anual de la Sostenibilidad.Con un 98% de los estudiantes involucrados en los programas de educación en sostenibilidad del grupo escolar que ya reportan haber cambiado su comportamiento para reducir su huella de carbono, estas iniciativas ilustran cómo una red escolar redefine activamente su impacto y lidera el camino demostrando cómo la educación puede impulsar acciones reales en el mundo.